El Bulldog Inglés actual dista mucho de la imagen bonachona y paciente que destila actualmente, de su pasado guerrero y belicoso.
El Bulldog Inglés es una de las razas de perro que despiertan más afecto y cariño por parte de todos los públicos. Pero esta sensible calidez que aporta su mirada no esta ligada a su pasado histórico que esta visiblemente relacionado con actos de más dureza.
El origen del Bulldog Inglés se remonta a la arcaica y triste idea de “perro de lucha y combate” por las diferentes culturas que han salpicado la historia de nuestro mundo. Así pues el legado antecesor del Bulldog Inglés, se sostiene en los perros de tipo molosos utilizados para actividades relacionadas con el combate y la lucha.
De ahí el adiestramiento y cuidado de estos perros estuvo fuertemente vinculada a la violencia, repercutiendo activamente en el carácter de esta raza.
Es en tierras británicas donde su utilización varía, pero sigue la alargada línea de la violencia que constituía un divertimento de la época medieval y posteriores siglos: las presas de toros. El perro se comportaba como un autentico gladiador cuyo único objetivo era derribar su presa, en este caso toros, aunque hay referencias de combates con otro tipo de animales.
Criado para tal “oficio”, su fuerza y corpulencia eran valores a tener en cuenta, desechando cualquier detalle morfológico que pudiera poseer la raza.
La racional evolución de la sociedad eliminó estos “espectaculos” lamentables, para bien de la sociedad y respeto, protección y cuidado de los animales.
El Bulldog Inglés con la eliminación de su obligado destino, parecía ser una raza abocada a la desaparición y olvido. Pero nada más lejos de la realidad, personas amantes de la raza y conscientes de que este tipo de perros podían ser algo más que “guerreros” apostaron por el Bulldog Inglés, fomentando los cruces y cuidados que nos llevan al actual Bulldog Inglés.
Su actual morfología y carácter es fruto del trabajo de estos admiradores de esta raza canina, que han proporcionado al público una perro familiar y cariñoso que rompe con su terrible pasado.
Es imagen e icono mundial reconocido por todos, y representando unos valores positivos y activos en la actual sociedad en la que vivimos.